Platero y Yo

Platero y yo es un libro originalmente escrito para adultos pero que gracias a su lenguaje sencillo y tema se convirtió en uno de los libros infantiles más leídos en las escuelas. Una edición primera fue publicada en 1914, 7 años después de que su autor lo terminara. Esta edición tenía solo 8 capítulos. Para 1917 se hizo una segunda publicación más completa con 138 capítulos en total.

Género

Este libro se define como una narración. Este género literario se caracteriza por narrar una historia bien sea real o imaginaria de una manera secuencial. Está formada por una serie de acciones realizadas por sus personajes.

Narrador y personajes

El narrador en esta obra es en primera persona. Esta historia está contada a través de los ojos del narrador quien es el “yo” en el título del libro. Es su punto de vista el que lee el lector a través de las páginas de este libro desde el comienzo. Se trata de una narración acerca de su relación personal con Platero, el burro.

  • Platero: es un burro de color plateado y resulta ser el único amigo del narrador. En ocasiones se le describe como un burro común haciendo aquello que le corresponde como animal. Pero en otras ocasiones de la narración, se le atribuyen características más humanas.
  • Narrador: es el amigo de Platero que es descrito como un hombre adulto con barba que viste de negro y lleva un sombrero. En alguna parte de la narración se le llama “El Loco” y se describe como los niños gitanos huyen de él cuando lo ven.

Relación título-contenido

El título de Platero y yo tiene todo que ver con la historia que vamos a encontrar dentro de este libro. El tema principal de la narración es la relación entre el burro Platero y el narrador, que será el yo mencionado en el título.

Resumen y sinopsis

Al inicio del libro Platero y yo, el autor habla del regreso a su pueblo natal de Moguer. Describe la belleza de los paisajes que recordaba durante sus años en otros lugares y se describe como hace amistad con un burrito plateado al que llama Platero. Las personas del pueblo lo ven como si fuera un extraño. Es un hombre barbado que siempre anda vestido de negro y en compañía de su nuevo amigo.

El narrador nos va describiendo su pueblo en detalle hablando de sus paisajes, su gente y las actividades que se desarrollan. Todas estas descripciones nos muestran el lado alegre tanto como el lado doloroso de sus recuerdos y vivencias.

Platero, al ser un burro, no es un animal que goce de mucha estima, es por esto que el autor se enfoca en hablar acerca de sus ojos e intensa mirada. Habla extensamente de la pureza de este animal.

En una sección de la historia se relata una dolorosa escena en la que Platero y el narrador ven a la orilla de una carretera una yegua que ha sido asesinada por sus dueños por estar vieja y ciega. Es una escena conmovedora que lleva a una promesa por parte del narrador. Este le dice a Platero que jamás lo abandonará cuando esté viejo o enfermo y le promete que cuando muerta, no lo dejará tirado a la orilla de una carretera. Le promete que lo enterrará cerca de un árbol de pino que ambos solían frecuentar.

A lo largo de la historia se hace alusión a las miradas como medio de comunicación entre hombre y animal. Es la manera en la que el vínculo que describe Platero y yo sucede. El burro se ve como un individuo que ha sido capaz de hacer del hombre que lo acompaña un ser más humano.

Gracias a su relación con este peculiar amigo, el hombre comienza a ver la vida desde una perspectiva diferente. Comienza a comportarse más como un niño, siempre alegre y a ver las cosas desde otro punto de vista.

Lamentablemente, al final de la narración Platero come un veneno que acaba con su vida, esta es una de las lecciones más significativas de esta obra, el cómo lidiar con la pérdida de algo (o alguien) importante. Tal como lo había prometido, el hombre entierra a su fuel amigo y sigue hablándole, aunque sabe que ya no está con él físicamente.

Análisis

Aunque este libro se ha considerado como una lectura infantil, ciertamente se tocan temas muy profundos que vale la pena resaltar. El narrador utiliza la figura de Platero como un confidente a quien le cuenta sus opiniones acerca de temas relevantes en la vida, sus dolores y sus percepciones del mundo que lo rodea.

Se tocan temas difíciles como la muerte que de hecho puede resultar complicado para los niños, es por esto que si lo consideramos como una historia escrita para adultos, entenderemos mejor su propósito.

El continuo encuentro de miradas entre ambos personajes nos habla de la fuerza y a su vez la sutileza de la comunicación entre dos especies que se comunican de esta manera. El vínculo que se desarrolla entre animal y hombre al determinarse como iguales en medio de un mundo revuelto puede causar un profundo impacto si lo leemos de la manera correcta.

Frases

  • “Precisamente un hombre es un poeta cuando puede ser, espontánea y naturalmente, lo que es.”
  • “Y el alma, Platero, se siente reina verdadera de lo que posee por virtud de su sentimiento, del cuerpo grande y sano de la naturaleza que, respetado, da a quién lo merece el espectáculo sumiso de su hermosura resplandeciente y eterna.”
  • “Parece, Platero, mientras suena el Ángelus, que esta vida nuestra pierde su fuerza cotidiana, y que otra fuerza de adentro, más altiva, más constante y más pura, hace que todo, como en surtidores de gracia, suba a las estrellas, que se encienden ya entre las rosas…”
  • “La noche cae, brumosa ya y morada. Vagas claridades malvas y verdes perduran tras la torre de la iglesia. El camino sube, lleno de sombras, de campanillas, de fragancia de hierba, de canciones, de cansancio y de anhelo.”

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